
El runrún del motor de combustión le ha salido un competidor silencioso. Que el vehículo eléctrico, en sus distintas presentaciones (puro, híbrido, enchufable…) reclama su lugar en la movilidad, sobre todo en la movilidad urbana, es algo fuera de toda duda. La tendencia a adquirir o renovar su vehículo de transporte personal hacia los coches con motores eléctricos es cada vez mayor.
Vatio a vatio los coches limpios se hacen un hueco en el parque móvil nacional. En concreto, en España circulaban 561.580 turismos con motores no fósiles a cierre de 2019. Es un ritmo alucinante; pero no hay que olvidar que todos los vehículos matriculados el año pasado supusieron el 8 por 10.000 del parque.
Sin embargo, esta situación es susceptible de cambiar muy rápidamente, sobre todo conforme las grandes ciudades vayan adoptando medidas restrictivas para el tráfico de vehículos con motores de combustibles fósiles y, paralelamente, las infraestructuras necesarias para un uso global del vehículo eléctrico, como las electrolineras, se extiendan y ganen capilaridad.
De los datos existentes cabe estimar que el vehículo eléctrico e híbrido tiene algunas «asignaturas pendientes». Por ejemplo, las mujeres. Las mujeres se acercan al 30% de las conductoras en general, pero si se aísla el parque eléctrico e híbrido, su participación desciende casi cinco puntos. O los jóvenes, entre los cuales la penetración del vehículo eléctrico e híbrido es un 10% inferior a la del conjunto de conductores. Los conductores veteranos son los más propensos a manejar un vehículo impulsado por una batería. En concreto, un 2% de conductores de entre 51 a 65 años se mueven en un coche híbrido o eléctrico.
Asimismo, también hay notables diferencias geográficas. En general, los territorios con grandes concentraciones urbanas y/o renta superior a la media nacional, son los que tienden a tener un mayor peso de este tipo de vehículos. Las provincias que tienen una penetración superior a la del conjunto de España son Madrid (3,4%), Barcelona (3%), Alicante (2,7%), Gerona (2,7%) y Las Palmas (2%).
Toyota, a la cabeza de la electrificación
¿Y cómo es el reparto por marcas? En la movilidad eléctrica en España hay un nombre que sobresale con clara diferencia: Toyota. Esta firma nipona fabrica un 53% de los vehículos limpios que circulan por el país, a los que hay que sumar los de Lexus, su filial de berlinas de alta gama, cuyo logo luce en otro 11,8%. Juntas, estas dos enseñas marcan el frontal del 65% de los coches híbridos y eléctricos del país. Otros nombres presentes en este segmento son Opel, KIA, Dacia y Hyundai. Sus cuotas de mercado en el parque móvil de híbridos y eléctricos existente en España oscila entre el 3% y el 5%.
Hay mucho camino por rodar, pues; pero la carrera, sin duda, ya ha comenzado